martes, 10 de mayo de 2011

El arcade de la muerte (o de como exorcisar ciertas pesadillas)






Son extraños estos niños, tienen esos ojos que nunca acaban de acabarse, ni se los puede contar, son otros cada vez que uno se da vuelta para mirarlos. Y les fascina jugar al arcade de la muerte que pulula por los salones con su música mortuoria y su lápida que es a la vez plaqueta de game over y de inicio. Por razones que no comprendo esta música se las arregla para sobreponerse a la de las otra maquinitas, además de que todos estos arcades coordinan de alguna forma su sonido, generando el unísono efecto de un no-muerto ejercito apoderándose del local de juegos. Dicen que puede aparecer el nombre de uno en la lápida, pero nadie quiere explicar que pasa cuando esto sucede. Uno de los niños que está a mi cargo me dice que quiere jugar. Quiero, quiero, quiero, quiero, responde ante mi negativa y entierra sus uñas en mi rodilla. Los otros niños comienzan a rodearme y la rodilla duele como cuando los cráneos muerden. ¿Nunca los mordió un cráneo? Emergen de la tierra húmeda, recién removida con sus patas arácnidas y van trepando por las piernas y penetrando los dientes en la carne hasta dejarte sin fuerzas. No tengo más remedio que darles dinero para las fichas y caer, caer hacia la vigilia o hacía la gris lápida pero caer, caer, porque comienzan a hablar en náhuatl. Madre Verónica sabía un contra hechizo, pero se disipó volviéndose todas las cosas antes de poder enseñármelo, por eso temo a la muerte pero más temo a las maldiciones en náhuatl.



Madre Verónica

3 comentarios:

  1. ¡¡Guau!!
    Creo que seguiré tu ejemplo.
    Te faltó algo: based on true eventes ;)

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  2. EN UN VERSO ENCRIPTADO SE ENCUENTRA EL HECHIZO.

    DULCES LUNAS

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  3. Me gustó esta parte:
    "Emergen de la tierra húmeda, recién removida con sus patas arácnidas y van trepando por las piernas y penetrando los dientes en la carne hasta dejarte sin fuerzas"
    Saludos

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