miércoles, 9 de diciembre de 2009

Un par de historias electorales

De la misma manera que por navidades suelen escribirse historias navideñas que engrandcen el espíritu humano y la magia de la navidad, decidí compartir con ustedes un par de historias reales que tienen cierta relación con el proceso electoral que estamos viviendo. Para los distraidos, les avisó que todavía no terminó, que quedan las municipales para Abril o Mayo. En fin, nunca me acuerdo bien en que mes son las municipales.

Anahí María Torres-Pardo Ezquerra

Corría Febrero del 2003, mis compañeros y yo habíamos terminado el liceo, pese a algún examen pendiente, e iniciamos los tramites correspondientes a la mayoría de edad y el ingreso a la universidad. Solíamos coordinar entre varios amigos para ir hacer los trámites, es una buena forma de hacer que la burocracia un poco más tolerable. Después de salir aquel caluroso mediodía con la credencial en la mano llegó el momento de compartir el documentos con el resto de los amigos, comentar quien había salido más ridículo en la foto, etc. Lo único memorable fue que la Iguana y yo, teníamos prácticamente el mismo número de credencial, misma serie y sólo dos número de diferencia, ella tiene el XXX63 y yo el XXX65, no era de extrañarse tampoco, visto y considerando que vivimos a cuatro cuadras de distancia y que fuimos juntos a sacarla. Desde entonces supe que a menos que alguno de los dos haga traslado, vamos a votar en el mismo circuito.
Todas las votaciones es más o menos la misma historia le mando un mail a SMS a la Iguana diciendo “Nos toca votar en tal lado. ¿Vamos juntos?” a lo que ella me responde “¿Cómo sabés que votamos en el mismo lado?” “Por que tenemos dos números de credencial de diferencia.” “¿En serio? ¡Que de más! Sí, dale, vamos juntos.” Pero bueno, yo ya estoy acostumbrado, soy la memoria de mi vieja barra del liceo, él que sabe quien dijo que, que cagada se mandó aquella vez que se emborrachó y con quien estuvo. Es un poco un puesto de honor, lo que no entiendo es como pueden vivir tan tranquilos así, hace una semana me tome algunas copas con unas compañeros de la facultad y para variar me pasé un poco con el trago. Unos días después una amiga me empezó a contar lo que había pasado y yo no podía creer que me hubiera olvidado de tantas cosas, incluso de la parte más interesante de la velada, cosa que me pareció bastante perturbador.
Bueno, recapitulando, la Iguana y yo tenemos dos números de credencial de diferencia por lo que siempre votamos en el mismo circuito, cosa que yo me acuerdo y ella no. Hace un par de semanas no más, en el ballotagge, nos quedamos conversando después de votar y salió el tema de nuestros números de credencial y de quien sería el XXX64. Fantaseabamos con la posibilidad de que fuera alguno de los conocidos en común que sabemos que votan en el mismo circuito y lo divertido que sería coordinar para ir a votar el XXX63, XXX64 y XXX65 todos juntos y en ese orden. Al llegar a casa no aguanté más la curiosidad puse el número de credencial del medio y me salió la respuesta. TORRES-PARDO EZQUERRA, Anahí María.
No tengo la menor idea de quien es está chica, pero es posible suponer algunas cosas sobre ella. La primera de todas es que tiene más o menos mi misma edad y que sacó la credencial el mismo día que yo. Es cierto que técnicamente podría ser una mujer mucho mayor que yo que efectuó un traslado, pero admitamoslo, los uruguayos tenemos un pánico irracional al traslado de credencial. La gente prefiere gastar dinero y viajar cientos de kilómetros parada y apretujada antes que hacer el tramite que les permitiría votar a unas pocas cuadras de su casa. Lo segundo que podemos inferir es que vive cerca de casa, por Pocitos, o al menos vivía por aquí en 2003. Eso sumado a su apellido compuesto, símbolo de patriciado si lo hay, hace pensar que viene de una familia de plata. Me la imagino, alta, rubia, con lentes de sol Dolce & Gabbana, atendiendo un pelotudo celular, mientras se coloca en la fila de votación. Hasta quizás lo atienda diciendo “Hola, gordo”.
¿La habré visto alguna vez? ¿Será alguna de esas muchachas del barrio que me tengo recontra fichadas? ¿Será la que se sienta en la puerta del gimnasio a tomar con el Feli? Lo cierto es que Anahí María Torres-Pardo Ezquerra se volvió algo así como un símbolo para mí, la personificación de cierta distancia que la Iguana y yo no llegamos nunca a salvar. Recuerdo una fiesta que hicimos en el 2000, justamente en su casa, quizás por el alcohol o vaya uno a saber porque misterio, las parejas pulularon esa noche de Agosto. La Iguana estaba recostada triste y sola en un rincón del living. Fui a abrazarla, permanecimos no sé cuanto tiempo entumecidos en el alcohol y nuestras respectivas tristezas. Quise besarla, hay que reconocer que tiene unos labios muy tentadores pero las razones explicadas anteriormente en “La belleza no es cosa inocente” y cierto convencimiento interno con el que aún lidio de que le genero repulsión al sexo femenino, me impidieron hacerlo. El universo es un tejido de insospechados hilos, las cosas están relacionadas de formas en las que no podemos imaginar. Si esa noche nos hubieramos besado, mi número de credencial sería XXX64 y no sabría que hay una gurisa que vive o vivió a pocas cuadras de casa que se llama Anahí María Torres-Pardo Ezquerra. De todas formas es inútil hacer conjeturas de lo que no fue, sólo se nos permite transitar un sólo camino en el jardín de los senderos que se bifurcan y por algo es el que elegimos.

Una promesa cumplida

Aquel amigo de mis padres, alto, calvo de personalidad tranquila, aquel amigo de mis padres que quiero como un tío, tuvo rulos de joven y perteneció a un comando de apoyo tupamaro. Una noche junto a cuatro compañeros del comando, hizo una promesa de honor, si en algún momento un tupamaro llegaba a la presidencia, se juntarían los cinco en un boliche en 18 de Julio y una esquina que no supieron precisarme a tomar algo y rememorar los viejos tiempos.
Luego vinieron los tiempos de persecución política, el exilio en Buenos Aires, el perder contacto con mucho de sus viejos amigos, la condición de no pertenecer a definitivamente a ninguna parte, tener acento porteño para los uruguayos y acento uruguayo para los porteños.
Este 29 de Noviembre vino a votar, con un poco de cola de paja porque cuestiones personales lo mantuvieron en Buenos Aires el día de la primera vuelta en Octubre. Después de cumplir con su deber cívico y hacerle la visita obligada a su madre, llamó al único de los cuatro compañeros de comando con los que mantiene contacto. Las vueltas de la vida hicieron que este buen hombre, sea ahora asesor de campaña del Frente Amplio y tuviera dos pases para el NH Columbia, el hotel donde la coalición de izquierda aguardaría los resultados y daría el discurso correspondiente. Hasta ahí marcharon ambos mientras veían las primeras proyecciones electorales ya eran contundentes, José Mujica un ex guerrillero tupamaro, será el próximo Presidente de Uruguay.
Luego de saludar al futuro Presidente y brindar con la gente del partido se acordaron de aquella vieja promesa y marcharon hacia el boliche. Donde estaba ese viejo bar ahora hay banco, pero una promesa es una promesa, esperaron bajo la garúa que empapaba los festejos, poco a poco los otros tres compañeros fueron llegando. Una vez que estuvieron todos fueron a algún otro boliche donde bebieron y conversaron hasta las tres de la mañana y los más importante, cumplieron con una promesa que se había hechos hace casi cuarenta años.

2 comentarios:

  1. en el primer relato, debido a mi experiencia como presidente de la mesa más lenta y caótica de la serie AZA, se el poder que pueden tener los numeros de las credenciales, de todas manera, no es por aguarle la ilusión del 2000 al 2003 pueden pasar muchas cosas a lo mejor se hubiera ennoviado con torres ezquerra y votando al qki en estas elecciones

    de todas formas muy lindas las dos historias

    juanma mi nueva dir de blog es

    www.estonoesuntest@blogspot.com

    asi entra y actualiza a la gente que hay que leer
    un abrazo

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  2. a ver si ponemos un poco de orden en la discusión: 1º)la campera es la campera, es sin la campera pero la campera acrecienta el brillo de su pelada 2º) el bigote habra empezado entre 1972 y 1977, en palabras del Jaime es un homenaje al Sargent Peppers y al espiritu Beatle que guía a nuestro amigo 3º) no es el verdadero fundador, pero a mi me ha influenciado, sus letra y música son poesía seguro y minimalista hay ejemplos como el hombre de la calle, milonga de la guarda, el grito del canilla, carbón y sal, los mejores discos son sus primeros cuando jaime no era aún el Jaime, el primer disco Candombe del 31 (1977) es notable y el disco Aquello (1980) es glorioso,el final de Milonga de la Guarda con una grabación de Felisberto Hernandez intercalada al fin guño a I am the Walrus, el tipo raya tanto en lo "popular" como en lo "culto" mostrando que son divisiones falsas, esos solos de teclado candomberos y deformes de viviendo, el bajo de Señorita efe (mucho no se sabe pero el instrumento primero de Jaime fue el bajo, 7 y 3 (1986) o Sur (1987) realmente si no te mueve esos discos es que tas más muerto que un faraón 4º) no es un comic de superheroes clásico sino más bien un comic realista como American Splendor o Ghostworld, supongo que el superpoder es su simpatía y buen corazón.
    Perdón por lo largo del comment pero el Jaime es el Jaime

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